Mi blog.

Dentro de muchos años entraré aquí y será mi particular baúl (digital) de los recuerdos (no digitales).

lunes, 18 de julio de 2011

Por esto mismo.

Yo no valdría para ser cómico. Ya de pequeñita me planteé qué estudiar o en qué trabajar para poder vivir del cuento. Lo primero que se me vino a la cabeza fue hacerme político. Pero me informé mejor; y ya sabía inglés y tenía EGB, así que me sobraban estudios y no me lo iban a dar. Y bueno también había otros ligeros problemillas: el tema de la corrupción, lo de tener que pisar a todos para subir, eso de devolver favores, aprender a mentir sin remordimiento alguno... En resumidas cuentas: mucho "contra" y muy poco "pro". Que sí, que ya sé que esto es muy típico, lo de meterme con los políticos, pero algo habrán hecho ¿no? Porque yo nunca me he metido con los recolectores de fresas o los inventores de cortacésped. Así que seguí pensando; yo era una chica muy testaruda y no estaba dispuesta a no encontrar trabajo.
Se me ocurrió hacerme probadora de colchones. Piénsalo: duermes en varias camas y te pagan por hacerlo. ¿No es el trabajo perfecto? Y hasta te sobra tiempo para pasarte Prince of Persia o hacer de tu ciudad una Metrópolis 2 en Sim City. Pero claro, yo tardaba mucho en dormirme. Así que lo de no tener narcolepsia me hizo tener que rechazar este trabajo también.
Pensé en ser probadora de video juegos, Juegas un ratillo cada día y luego te pagan por pasarte los juegos. Peeeeero, al parecer acabas ciego como una tapia. Y algo violento. Mi pequeño cuerpo no lo soportaría. Además supuse que le cogerías asco a los juegos por jugar obligado, por lo que acabé descartando también esta opción.
Entonces se me ocurrió hacerme cazadora de nubes. Vale, no se me ocurrió. Lo vi en un libro y me pareció un trabajo genial. Pero resulta que los cazadores de nubes está infravalorados. Con la invención del cazamariposas electrónico ya nadie los contrata. Y no voy a estudiar algo tan complicado para acabar en paro. Además las nubes se han hecho más listas, han evolucionado y ahora se deshacen cuando las vas a cazar, complicando mucho más tu labor. Y, aunque logres cazar alguna, desde que se descubrió la condensación, pocos compran nubes salvajes. Es comprensible ¿no? Pudiendo tenerlas homemade, ¿para qué comprar una que, tal vez, al crecer acaba teniendo muy mal genio y les llena la casa de tormentas?
Así que seguí pensando. Y pensando. Y pensando... ¿Pastelera? Conociéndome, seguro que acababa como un tonelillo de 1"65, y para eso siempre hay tiempo. Así que deduje que podría hacerme cómico. De esos que se suben al escenario, dicen "hola"y ya todo el público se está riendo de lo divertidos que son. Piénsalo, es un buen trabajo. Te creas una fama, caes bien y con decir un par de chorradas ya todos se ríen. Sólo piensas\se te ocurren cosas que puedan hacer gracia y tienes el resto del día libre. Es una profesión "noble" y encima de todo haces reír. Pero viendo monólogos y actuaciones de cómicos me di cuenta de un pequeño detalle: todos tienen uno, dos o veinte monólogos de temática sexual. Y por eso yo no podré ser jamás cómico. Porque no soy divertida, no hago bromas de sexo ni cuento chistes verdes y no tengo nariz aguileña o de 2x2.

2 comentarios:

  1. Yo conocí a una chica que era "catadora del Vips". Su "trabajo" consistía en ir a estos sitios y pedir lo que le apeteciera y zamparselo sin pagar y sin advertir de quien era. Luego sacaba su carpetita, se presentaba al pobre camarero y hacía una valoración global: del servicio, del producto... la vida es injusta. La chica era como un pajarito y nunca tenía hambre. Además le horrorizaba comer fuera de casa. Le pagaban un pastón. Si yo pudiera volver a nacer, buscaría ese trabajo. Y si volviera a ser yo, intentaría aprender a ser feliz con lo que caiga cuanto antes, para evitarme años de disgustos.
    Ahhh y a propósito: me reí un rato con tus "irritaciones". Tal vez lo de cómico no se te de tan mal

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  2. :| ¡Qué maravilla de trabajo! Aunque creo que l falta de ejercicio intelectual me acabaría matando... Se puede ser feliz con poco, y es la actitud (en mi opinión) más inteligente. Te libra de muchas angustias y malestares innecesarios.
    Me alegro que te gustara, aunque por ahora voy encaminada a ser ingeniera :)

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