Mi blog.

Dentro de muchos años entraré aquí y será mi particular baúl (digital) de los recuerdos (no digitales).

lunes, 18 de abril de 2011

La espera(s)

Las esperas. Nos pasamos la vida esperando. Espero para entrar en el baño, a que termine mi hermana. Espero a que el microondas haya calentado la leche. Espero a que termine el lavavajillas para sacar una taza limpia. Espero a que salga agua caliente. Espero a que la mascarilla haya hecho efecto antes de quitarla. Espero al autobús. Y luego espero a que me abran la clase. Espero a que empiece la clase. Y luego espero (a) que termine.
Esperamos a que se vacíe la sala de estudio. O esperamos a que se levanten esos de ahí para sentarnos. Esperamos el transporte público y el privado. Esperamos mientras nos ponen gasolina, mientras nos cobran, mientras nos cortan el pelo. Esperamos a que nos atiendan. Y, por supuesto, las largas esperas en el médico y buscando párking.  Esperamos a que salgan las notas. Y luego esperamos que den la fecha de la próxima convocatoria. Esperamos a que se enfríe la sopa antes de tomarla. Y esperamos a que se caliente un poco el helado antes de morderlo.
Espero a que me den los apuntes. Espero a que la impresora termine. Espero mirando el techo hasta dormirme. Espero a que cargue el correo electrónico. Espero a que salga el último capítulo de tal serie o a que publiquen el libro que termina la trilogía. Espero a que se seque el esmalte antes de seguir con otras esperas.
La terrible espera de una respuesta ansiada. La todavía más terrible espera de una noticia indeseada. La espera de un acontecimiento que no queremos que ocurra. La espera para que ocurra algo que sabemos que no ocurrirá. Poner todas nuestras esperanzas en que la espera dure, y así seamos felices más tiempo. Esperar algo y luego ver que hubiera sido mejor no esperar. Esperar por alguien. O esperar a alguien. Esperar para lograr un fin. O esperar sin motivo aparente alguno. Esperar demasiado (de alguien) o esperar demasiado poco. Esperar toda la vida en la cola incorrecta. Esperar el autobús de las doce que nunca llegará.
Esperar una sonrisa. Esperar comprensión. Esperar resultados mejores o peores. Agotar la paciencia en la espera y dejar de esperar. Esperar que llegues en ese avión y ver que iba vacío. Esperar o más bien desear ser el destinatario de esas palabras. Esperar causar una buena impresión. Esperar. Desear. ¿Ojalá?
Romper con todo y dejar de esperar. Para darte cuenta de que no hay vida sin espera. Por muy corta que sea.
Pero ya estoy cansada de esperar por todo. ¿Cuánto tiempo más crees que esperaré? Y tú, ¿cuánto tiempo la esperarás?

2 comentarios:

  1. Es verdad que esperar es duro, pero no hay emoción mayor que la de la víspera

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  2. Claro. La emoción es muy grande. Salvo cuando no sabes cuándo sucederá aquello que esperas. En ese caso no hay víspera que valga :)

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