Mi blog.

Dentro de muchos años entraré aquí y será mi particular baúl (digital) de los recuerdos (no digitales).

domingo, 29 de abril de 2012

Piérdete

Me gusta mucho perderme. La gente cree que lo hago sin querer, pero no. Me gusta. Me gusta perderme, siempre y cuando sepa que luego voy a encontrarme. O bueno, ahora que lo pienso, en realidad hasta eso me es indiferente.

Yo camino y camino y ya encontraré en algún momento algo conocido. Me gusta perderme por conversaciones que no hablan de nada, ¿cuánto dices que te costó la camiseta que llevas? Es preciosa, de verdad. Perderme sin hablar de nada pero hablando de todo un poco, como cuando estás mirando fijamente a alguien que te habla y te pierdes. Y no es que no estuvieras prestando atención. Te prometo que estaba escuchándote, sólo que estás mirando tan fijamente los ojos, (tus ojos), que te caes (me caigo), te pierdes (me pierdes), tropiezas y te hundes (me hundo) en una pupila (tus pupilas). Y salir de una pupila es bastante más difícil que entrar. Igual que cuando te caes en un libro y, sin venir a cuento, alguien te ha robado 3 horas. Porque, obviamente, el libro no ha sido. O sí, hay historias casi tan cautivadoras como miradas.

Y pupilas tan profundas como pozos de los deseos. Tal vez por eso me pierdo a veces. Porque me caigo dentro sin querer. Queriendo. Que tal vez si te caes entera dentro de un pozo de los deseos se te cumplan los deseos, ¿no? Y ¿qué son las pupilas sino pozos de los deseos portables? Lo malo es esa cosa gelatinosa que las recubre. Que no te deja salir del todo bien. O no te deja salir del todo, y te quedas en esos ojos hasta que alguien te zarandea y te devuelva a.. ¿decías? Ah, sí, sí perdona. ¡Claro que te estaba escuchando! Y repites las 4 últimas palabras, que no has escuchado, sólo oído. Y ya tu interlocutor se queda tranquilo. A ver si tengo tiempo este fin de semana y voy a ver si quedan, que de verdad que es muy bonita.

Sí, me gusta mucho perderme. Incluso perderme entre las teclas del ordenador se me antoja agradable. Fíjate, así sin venir a cuento llevo ya escrita una parrafada, ¡y no he dicho nada! Y lo que es peor, no sólo me he perdido yo, sino que te has perdido tú conmigo. O tal vez eso no sea tan malo ¿Te gusta perderte? Y lo que es aún más importante, ¿me gusta perderte?

Pero perderse no está de moda. Y la gente compra mapas, planos, guías turísticas... ¡Qué digo! Soy una anticuada: ahora la gente lleva un GPS integrado en sus iPhones de última generación. Porque no quieren perderse. Será que no les gusta salirse del camino. Yo no sé si mi destino está en línea recta pero, desde luego, no voy a dejar de deambular sin rumbo sólo porque cargar con un GPS sea más práctico.

Perderme entre las sábanas una mañana de sábado y no encontrarme hasta el lunes, a la hora de salir. Perderme entre dunas de granitos de arena, que poco a poco se hace un desierto. No lo hagas, siempre que puedas construye montañas, que tienen más vegetación. A mis manos, por ejemplo, les gusta perderse casi tanto como a mí. Entre melenas, entre lunares, entre otros dedos. Entre masas de galletas listas para hornear.

Y el mayor requisito a la hora de perderse es andar con seguridad. No puedes perderte en círculos, porque entonces no conocerás nuevas cabezas por las que perder tus dedos, no verás nuevos horizontes en los que perder la mirada y no te toparás con nuevas sonrisas por las que perder la compostura. A no ser que ya hayas encontrado una sonrisa que te pierda (en sentido figurado), unos ojos en los que te pierdas (literalmente) y unas manos a las que dejar perderse entre tu pelo. Y ya no quieras seguir perdiéndo(te).

Dime tú, ¿(te) pierdes a menudo?

8 comentarios:

  1. ¿Decías? Ah, sí, sí perdona. ¡Claro que te estaba leyendo!

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    1. ¡Pero no me has dicho de dónde es la camiseta molona! D:

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  2. Casi cien por cien de acuerdo. Sólo que también te puedes perder en círculos y seguir descubriendo cosas nuevas. Es lo que decía Heráclito de que nunca puedes bañarte en el mismo río (porque fluye...). A mí también me encanta perderme, pero me gustaría más si pudiera hacerlo a voluntad y no es el caso

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    1. Siempre puedes, te vas al centro, cierras los ojos, te dibujas una sonrisa y deambulas sin rumbo... hasta perderte. O todavía mejor, puedes perderte entre sábanas, hojas de libros o incluso entre palabras :)

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  3. Es mucho más enriquecedor conducir por carreteras secundarias conociendo todos los pueblos hasta llegar a tu destino que ir en tren al mismo ;)

    O leer tu blog de fin a principio es otra forma genial de perderse gustosa y voluntariamente 30 minutos al día.

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    1. Supongo que tienes razón, nunca está de más un bonito camino antes de llegar.
      Cada día me sacas más los colores. Y sigues sin decirme quién eres!

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  4. Yo me pierdo ,evadiendome en mi mundo interior. Me encanta. Visita mi blog y recoge un premio que te he otorgado.Un beso.Buen día para ti

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  5. Jo, muchas gracias! Ya lo he recogido :] ¡Qué ilu!

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