Mi blog.

Dentro de muchos años entraré aquí y será mi particular baúl (digital) de los recuerdos (no digitales).

lunes, 8 de abril de 2013

Abril

He recuperado la operatividad de ambos orificios nasales y estoy escuchando música (y cantando) así que supongo que me he curado de la gripe número n+5 del año. Y esto es bueno. Lo mejor es que ahora tengo ganas de comer de todo, porque he pasado un fin de semana sin poder tomar ni un vaso de leche sin vomitarlo. Tengo ganas de salir de paseo, de volver a socializar con personas durante horas. Por tener, tengo hasta ganas de pasarme tardes enteras estudiando. Y qué mejor para ello que la semana de Feria.


La Feria de Sevilla es una Feria que hacen en Sevilla. (Así me explicaban las cosas algunos profesores en el colegio y les pagaban por ello, a ver si ahora yo no voy a poder hacer yo lo mismo). Bueno, venga, por ser tú te daré una explicación comprensible. Es una especie de fiesta a lo grande, con casetas (que son casas pequeñas y hechas de tela y metal para sujetar la tela) en las que la gente come, bebe (especialmente rebujito, pero de todo en general) y baila. Las mujeres se visten de flamencas. El traje de flamenca no tiene por qué ser rosa ni las mujeres que los llevan se quedan paradas sostenidas en una pata (pierna). Qué va. Son trajes con volantes (volantes de tela, no de conducir) y, normalmente en las chicas jóvenes pero, por desgracia, a veces también en las mujerzuelas entradas en años (y en carnes), con mucho escote y mucha espalda descubierta. Las niñas sevillanas suelen adorar esta festividad porque es un poco como Halloween: hay fiesta asegurada (fiesta escolar, quiero decir), se pueden disfrazar y beber. A los niños también les gusta porque hay chicas guapas. (Y así amigos es como funciona el método de venta de entradas para las discotecas, pagan los que quieren ver chicas guapas dentro).

Tú habrás visto atacar naves en llamas más allá de Orión, pero yo he visto niñas llorar por creer que no iban a llegar al pescaíto (el primer día de Feria).

El lado bueno de la Feria es la calle del Infierno (curiosa contradicción). Algo así como un parque de atracciones (atracciones de feria, no de parque de atracciones, no sé si me explico). El tirachinas es una bola para dos personas en la que te subes, te atan y te lanzan como en un tirachinas (sin lanzarte del todo porque estás enganchado al tirachinas), pero es toda una experiencia para los sedientos de adrenalina. Y luego te regalan un DVD con la experiencia y puedes oír tus gritos de cerdo en plena matanza o verle la ropa interior a tu amiga la que se vino a montar a las atracciones en minifalda. Pero eso no lo sé por experiencia propia, de verdad, fue una amiga que me lo contó. También hay coches de choque, en los que me gusta montarme a tratar de no chocarme, labrándome el odio de todos los demás "jugadores" y el bienestar de mi espalda.

Y bueno, hay muchas más atracciones en las que no he montado porque son caras. Y a mí no me gusta pagar cosas caras. Y yo eh venido a hablar de mi libro. Quiero decir, que estoy contenta porque me he percatado de que no necesito desinstalar y reinstalar matlab. Y eso es lo mejor que le puede pasar a un ser convaleciente, después de curarse o de que te toque la lotería, claro está.

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