Mi refugio

Me refugio en la escritura cuando lloro. La tristeza me inspira, y me hace querer expresar por escrito todo lo que siento y soy incapaz de decir en viva voz.
Que estoy triste. Que yo también estoy cansada de tener que ser la fuerte. La que nunca llora. La que escucha sin quejas los problemas de los demás y ofrece soluciones, sin decir nunca que yo también estoy hecha una mierda. Que tengo unos sentimientos y sufro. Y lloro y vengo a contarme mis penas a mí misma. Sin quejas. Sólo escribo y así me desahogo. Y me refugio en la escritura, porque aquí nadie me dice nada. Todo se reduce a lo que yo siento. A mis problemas, mayores o menores.
Porque mi madre está hecha trizas, porque mi abuela murió y yo aún no lo he superado. Porque, claro al vivir lejos, no deberían afectarme tanto estos problemas. Pero entonces, ¿cómo explicas las lágrimas que me llenan los ojos?