!. Colocaste operadores nabla en los bordes de cualquier superficie existente, espías geométricos que te avisaran en caso de revolución.Algunas cónicas y cuádricas se rindieron a tu poder. Pero sólo las más degeneradas, ganándose así el odio eterno de todas las demás. Especialmente de las equiláteras, que siempre se consideraron superiores al resto de las curvas por ser las más armónicas.
Durante tu tiranía, las funciones sinusoidales, que nunca tendieron a ningún bando, se limitaron a seguir avanzando por el espacio. Ajenas a lo que vivía el resto de su mundo. Los más cautos corrieron a refugiarse a los frondosos campos vectoriales, pero incluso ahí lograste cortar su circulación. ¡Cómo si fuera el rotacional de un campo conservativo, anulaste completamente la circulación en todo R!
Querías crear tu particular Corea del Norte en el plano. Pero las matemáticas son libres. No gustan de opresores. Cuando las intentas forzar, violarán incluso las leyes físicas más fundamentales, todo con tal de mantener la independencia de su reino. Por eso las integrales se rebelaron contra ti. Eras todo un tirano de
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Me gusta la r3 muy guay :)
ResponderEliminarT la única T verdadera ;)
Gracias T, tú sí que me gustas a mí :)
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