Mi blog.

Dentro de muchos años entraré aquí y será mi particular baúl (digital) de los recuerdos (no digitales).

sábado, 19 de marzo de 2011

La rutina hace el olvido.

Sé que no ha sido tu intención recordármela. De hecho sé que ni siquiera sabes que ella se fue. Y, sin embargo, no he podido evitar un nudo en la garganta al leerte. Porque ella ya no está y tú me has hecho volver a darme cuenta. Y vuelvo a pensar. Y los recuerdos vuelven a agolparse en mi mente.
El tiempo no hace el olvido. Ni lo cura todo. Es la rutina. La rutina mantiene la mente en blanco. La aleja de las cosas importantes. Y te impide pensar demasiado. La rutina hace el olvido. Y lo que la rutina había conseguido, una única mención lo estropeó.
Y ahora volveré a pasar un tiempo recordándola. Y pasaré un tiempo pensando en todas las cosas que ella hacía a diario. Tantas cosas que dejó sin hacer. Y tantos momentos como se está perdiendo. Ahora cuando cante volveré a recordar cuánto le gustaba escucharme. Y cuando vea fotos recordaré todas las que ella vio y todos los comentarios que hizo. Los bikinis cosidos, los bajos metidos. Las galletas y los bizcochos. Por supuesto el pollo a la pepitoria y la ensaladilla rusa. Los rezos de media tarde y la sonrisa permanente. Las risas, las historias, los comentarios. Los villancicos. Los paseos. Recuerdo incluso cosas que sucedieron hace más de diez años.Todo vuelve a mi cabeza, sin que nada ni nadie pueda evitarlo.
Sólo cuando la rutina vuelva a nublarme. Sólo cuando el día a día se imponga tozudamente. Cuando tenga tanto que hacer que no pueda pararme a pensar. Sólo entonces volveré a relegarla a mi subconsciente. Allá donde estaba hasta ayer. Donde la dejé para poder seguir adelante. Donde la dejé para poder ir asumiendo poco a poco que se marchó. Porque por mucho que insistan hay cosas que, aunque te las cuenten mil y una veces, jamás serás capaz de asumir.

6 comentarios:

  1. Me siento totalmente identificada contigo. Es muy duro darte cuenta que todo el tiempo que te costó olvidar el dolor de la ida de alguien se evapora con una simple mención de su nombre.

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  2. Y darte cuenta de que tienes que volver a empezar a olvidar. Desde cero.

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  3. Pero es algo en lo que no puedes tirar la toalla. Puedes estar mal los primeros días, y cuando te des cuenta, ya no recordarás. Darse cuenta sería volver al mismo círculo cerrado. Un círculo cerrado porque, precisamente, no puedes borrar la existencia de esa persona. Estará lejos, pero sigue existiendo. Y si ya no existe, al menos lo hizo una vez y seguirá viva siempre y cuando vuelvan a mencionártela.

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  4. Sí, intentar día a día superar su marcha. En eso consiste. Aunque ahora que recuerdo, creo que mi idea está mejor expresada aquí: http://crasmir.blogspot.com/2010/12/porque-asi-es-la-vida.html

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  5. me parece muy interesante todo eso que cuentas cristina, pero creo que deberias dejar de estar tanto tiempo con esto en vez de estudiando fisica y calculo.

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  6. Bueno yo, al tener ya el CAE, pues tengo tiempo para todo ;)

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