Su propia historia.

Y cada uno se monta su propia historia para lograr salir adelante.
Unos destruyen todos los recuerdos y tratan de enfrentar el futuro totalmente de nuevas. Otros venden todo y compran algo para curar sus penas. Algunos piensan que es mejor quemar las tarjetas y redecorar su vida por fuera para así redecorarla también por dentro.
Para algunos una muerte no significa nada, y siguen adelante tan panchos. Muchos muestran que están bien, pero mojan la almohada durante meses. Unos pocos llorarán en todas las ceremonias pero seguirán saliendo de fiesta y sus ánimos no se verán afectados.
Para unos pocos salir adelante consistirá en aferrarse como nunca a la rutina, y llenarse el día de tareas, para no pensar. Su vida mejorará, serán ascendidos, pero el agujero seguirá ahí.
Demasiados confiarán sus penas en otros que no lo merecen y saldrán doblemente escaldados, teniendo que curar el dolor de una doble pérdida. Los que tengan suerte sabrán encontrar la persona en quién derrumbarse y apoyarse para luego salir adelante.
Más de uno volverá a leer los libros que le recomendaba el que ahora falta. Unos pocos se apresurarán en hacer todo eso que prometieron y no llegaron a cumplir a tiempo. Y una vez cumplan las promesas se arrepentirán de no haberlo hecho antes.
Casi todos se arrepentirán de algo. La mayoría se planteará un ciclo infinito de ¿Y si...?, "Si tan solo..." y cuestiones por el estilo.
Todos lo superarán. Unos antes y otros después. Unos solos y otros acompañados. Pero todos acabarán superándolo, porque así es la vida. Unos se marchan y todos los demás buscan buscamos la forma de superar su ausencia.